sábado, 5 de febrero de 2011

Encuentros

No deja de sorprenderme cómo se conoce a la gente.
Ayer por la mañana, conocíamos a pocos individuos en Copenhague.
Hoy, ya vamos por el mail 17 en una cadena de gmail con dos chicos de Barcelona, dos brasileños y una californiana haciendo planes para vernos hoy y quedar mañana con dos austriacos y otro griego para ir a visitar Hillerod (a las afueras de Copenhague).
Es curioso pensar que hace falta estar en el momento adecuado en el lugar donde nacen las nuevas amistades para poder entrar en los grupos o por lo menos, estar presente en el momento de su fundación. Si ese día te quedas en casa, te pasarás el resto del cuatrimestre sin que tu teléfono suene ni una sola vez.
La gente en general no es receptiva a conocer personas nuevas el 100% de su tiempo, y sólo en ciertas ocasiones, se mostrarán abiertos a formar nuevos grupos y a conocer a gente nueva que pueda aportarles algo distinto a lo que ya conocen.
Ayer por la tarde fuimos a un tour por los bares de la universidad de humanidades (si, dentro de la universidad hay bares/cafés que dirigen los alumnos y los viernes las facultades se llenan de fiestas. La universidad le pertenece a los alumnos, no a los profesores).
Ayer fue un día en el que nadie se conocía y todo el mundo quería conocerse. La cerveza y la música sirvieron de catalizador para formular nuevos compuestos, nuevos grupos con los que pueden suceder todo tipo de aventuras.

Nosotros ayer estábamos allí y por eso hoy, estamos dentro.

1 comentario:

Kureka dijo...

Totalmente cierto. Yo tres años después aun me pregunto cómo sería mi vida en Shanghai si hubiera decidido no ir a "La feria de abril" donde conocí a Natalia y a Edu y a otros amigos. La entrada costaba 200RMB y pensé no ir, hasta que mi madre me llamo rata y se rio de mi.

Mi vida en Shanghai empieza en verdad esa noche, así que espero que entre cerveza y música hayáis encontrado a "vuestra gente" allí.

Un abrazote!